¿Qué es la carga inteligente?
La carga inteligente permite gestionar de forma efectiva la carga de tu vehículo eléctrico al conectarlo a la red eléctrica.
Durante una “carga inteligente”, el cargador se “comunica” con tu vehículo, el operador de la carga y la empresa distribuidora a través de conexiones de datos. En otras palabras, cada vez que conectas tu vehículo eléctrico, el cargador le envía datos importantes de forma automática para optimizar la carga.
De esta manera, la carga inteligente permite que el operador de la carga (ya sea una persona con un cargador en su hogar o un empresario con varias estaciones de carga) gestione la cantidad de energía que se destina a cada vehículo eléctrico conectado. Esta energía puede variar en función del número de personas que estén utilizando la electricidad en ese momento para que no afecte tanto a la red. Asimismo, la carga inteligente evita que los operadores superen la capacidad máxima de energía del edificio, establecida por las autoridades de distribución de electricidad y la tarifa de energía contratada.
Por último, la carga inteligente también permite que las empresas distribuidoras establezcan límites en el consumo de energía. Así, no se utiliza más energía de la que se produce y la red no se sobrecarga, lo que ahorra tiempo y dinero y, sobre todo, economiza la energía para ayudar a proteger los recursos tan valiosos que ofrece nuestro planeta.
¿Cómo funciona la carga inteligente?
La carga inteligente se centra en conectar puntos de carga con usuarios y operadores. Cada vez que se conecta un vehículo eléctrico, las estaciones de carga envían información (por ejemplo, tiempo de carga, velocidad, etc.) mediante wifi o Bluetooth a una plataforma de gestión centralizada y basada en la nube. También es posible enviar otro tipo de información a esta nube, como, por ejemplo, datos sobre la capacidad de la red local y la forma de utilizar la energía en el lugar de carga (hogares, oficinas, supermercados, etc.). Este envío masivo de datos se analiza y visualiza de forma automática y en tiempo real por el software de la plataforma y puede utilizarse para tomar decisiones automatizadas sobre cómo y cuándo cargar los vehículos eléctricos.
De esta manera, los operadores de carga pueden controlar y regular el uso de energía de forma sencilla y a distancia a través de una plataforma, un sitio web o una aplicación de móvil. Este proceso también permite disfrutar de otros beneficios y funciones. Por ejemplo, los propietarios de vehículos eléctricos pueden utilizar una aplicación en el móvil para controlar y pagar sus sesiones de carga en cualquier lugar y momento.
Funciones más importantes de la carga inteligente
Power Sharing
Power Sharing, en ocasiones denominado balanceo de carga, permite que los operadores o negocios con múltiples cargadores en una ubicación distribuyan la capacidad energética disponible de manera proporcional por todas las estaciones de carga activas. La potencia disponible en un lugar es limitada, por lo que una mayor demanda de energía requeriría una mejora de la infraestructura eléctrica con un alto coste. La carga inteligente permite distribuir la potencia de manera eficaz para evitar este tipo de mejoras. El siguiente vídeo muestra cómo se consigue esta distribución de la potencia.
Siguiendo con el ejemplo del vídeo, vamos a imaginarnos esta situación: el edificio de tu empresa tiene una potencia máxima de 44 kW y cada punto de carga de vehículos eléctricos tiene una potencia máxima de salida de 22 kW. Tienes varios vehículos que deben cargarse al mismo tiempo. Con Power Sharing, un vehículo puede cargarse a 22 kW, la capacidad máxima de tu punto de carga. Si se conecta un segundo vehículo, ambos pueden cargarse a la capacidad máxima de 22 kW, ya que no superan la potencia máxima disponible del edificio de 44 kW. Sin embargo, si se conecta un tercer vehículo, la capacidad se distribuirá para que cada uno de ellos se cargue a 14 kW. Si se conecta un cuarto vehículo eléctrico, la cantidad se reduce a 11 kW, y así sucesivamente.
Power Boost
Power Boost, también conocido como nivelación de picos de voltaje, es una función de la carga inteligente que impide superar la capacidad máxima de energía del hogar. Alcanzar o superar la capacidad máxima de energía no es una buena idea, ya que la empresa distribuidora de energía podrá cobrarte un extra a final de mes al consumir más electricidad de la contratada, sobre todo si utilizas dispositivos con un alto consumo de energía como lavadoras o lavaplatos. Power Boost te ayuda a evitar esta situación distribuyendo la carga de forma dinámica entre el cargador y el resto de los dispositivos del hogar. Cuando la capacidad se acerque a su máximo, el sistema de carga inteligente reducirá de manera automática la potencia que consume tu vehículo. Puede incluso parar la sesión de carga hasta que vuelva a haber suficiente potencia disponible, garantizando que nunca superes el límite contratado.
Dynamic Power Sharing
Dynamic Power Sharing combina Power Boost y Power Sharing. Como se ha mencionado anteriormente, instalar puntos de carga nuevos en cualquier edificio conlleva un aumento en la potencia necesaria, lo que suele ser una opción costosa y a menudo ineficiente.
Dynamic Power Sharing (DPS) permite analizar y medir la demanda energética de un edificio considerando su capacidad máxima de energía. Cuando la demanda es menor que la capacidad máxima, la potencia restante se emplea en la red de carga. Además, el sistema de carga inteligente distribuye de manera automática y uniforme la energía disponible entre todos los cargadores. Si, por el contrario, la demanda energética del edificio es igual o mayor al máximo permitido, no se destinará potencia a las estaciones de carga. Aprovechando los momentos de baja necesidad del edificio, las necesidades de la red de carga pueden cubrirse sin tener que aumentar la potencia general de la instalación, contratar una mayor potencia, implementar nuevas líneas o superar la capacidad máxima de energía del edificio.
¿Cuál es la diferencia entre la carga inteligente y la carga bidireccional?
La carga inteligente permite que los propietarios y operadores de la red eléctrica gestionen los puntos de carga para optimizar el consumo de energía y los costes. Por ejemplo, programando la carga para que se inicie durante la noche, aprovechando la reducción de las tarifas.
Por otro lado, la carga bidireccional permite que la energía fluya desde y hacia el vehículo eléctrico a través de un cargador bidireccional conocido como V2G (del vehículo a la red eléctrica). De esta manera, la batería del vehículo puede consumir o devolver energía a la red. Consulta el vídeo que se muestra a continuación para obtener más detalles.
¿Cuál es la diferencia entre la carga inteligente y la carga rápida?
La carga rápida aumenta el ritmo de la cantidad de energía que fluye hacia la batería del vehículo eléctrico o, en otras palabras, permite cargar la batería con mayor rapidez. Como has podido leer anteriormente, la carga inteligente permite que los propietarios de vehículos, negocios y operadores de red controlen la cantidad de energía que reciben los vehículos eléctricos de la red eléctrica y decidan en qué momento iniciar la carga.
La mayoría de las estaciones de carga (denominadas en ocasiones estaciones de carga lenta) en el trabajo o el hogar tienen una potencia de carga máxima de 3 kW y necesitan de 6 a 12 horas para cargar el vehículo. Las estaciones de carga rápida permiten cargar con una potencia máxima de entre 7 y 22 kW y necesitan de 1 a 6 horas para completar la carga. Este tipo de estaciones suelen instalarse en lugares públicos. Los cargadores rápidos pueden cargar a una potencia máxima de entre 50 y 150 kW, y necesitan entre 20 y 40 minutos para cargar un vehículo eléctrico al 80 %. Los cargadores ultra rápidos acaban de llegar al mercado y tienen una capacidad de al menos 150 kW, cargando la batería de un vehículo eléctrico al 75-100 % en menos de 45 minutos.
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